El anuncio por la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública de la Comunidad Valenciana de no renovar la concesión del Hospital de La Ribera, de Alzira, cuyo plazo de 15 años vence en 2018, ha desencadenado la airada protesta de la concesionaria, que exige se le conceda la prórroga, contemplada en el contrato como posibilidad por otros cinco años.

Beatriz González, presidenta de SESPAS, describe a propósito de este anuncio en un reciente artículo publicado en el Siglo de Europa que se ha pasado de la prevista colaboración a la confrontación público-privada dado que el riesgo en las concesiones “modelo Alzira” no se transfiere adecuadamente y la administración tiene que desviar mucha energía para poder preservar su capacidad fáctica de gobernar y para ejercer el control necesario de unas organizaciones que, defendiendo sus intereses legítimos como empresas lucrativas, podrían estar olvidando su papel como agentes del sistema público de salud.

SESPAS añade, a través de esta tribuna, que no basta con retomar la gestión directa de Alzira, sino que se ha de demostrar que hacerlo reporta ventajas a la población. Devolver la gestión indirecta privada a la gestión pública requiere innovación, valentía, generosidad con los que vendrán detrás y complicidad de la sociedad. Además, tampoco basta con retomar la gestión pretendiendo que se vuelva sin más a la situación de partida del año 2003. Hay un reto de innovación en gestión pública esencial para demostrar que es posible. Lo que haga el gobierno valenciano no sólo afectará a esa comunidad autónoma, nos repercutirá a todos. Estaremos observando.

Last modified: 9 de abril de 2017
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