Un grupo de personas expertas reunido por SESPAS señala, en un artículo recién publicado en la revista Gaceta Sanitaria sobre la futura Agencia Estatal de Salud Pública (AESP), que ésta es esencial para afrontar los desafíos presentes y futuros de salud en España, de la mano de los distintos sectores sociales y de la ciudadanía.
La salud pública española afronta una crisis de modelo, y debe afrontar con radicalidad dos cuestiones principales: los retos de presente y futuro de la salud pública que la pandemia ha puesto en evidencia (la crisis de modelo ecosocial, las enfermedades emergentes consecuentes, la digitalización y automatización en el desarrollo de las funciones de vigilancia, etc.), y por otro lado, la mejora de las condiciones de partida del sistema de salud pública español en un contexto político-administrativo particular. La crisis de modelo responde entre otros a la infrafinanciación crónica de la salud pública, empequeñecida en un sistema de salud principalmente asistencialista. La propuesta de diseño de la futura AESP plantea un vuelco de 180º en dicho modelo, en el que la salud pública pueda ser un paraguas intersectorial que coordine los esfuerzos estatales y territoriales por la mejora de la salud poblacional, poniendo en el centro la cooperación, la generosidad y la inteligencia colectivas. Gracias a este carácter integrador y su prestigio científico, la Agencia podría llegar a ser un agente líder en la comunicación en salud a nivel nacional e internacional.
El referido artículo recoge las recomendaciones incluidas en el Informe monográfico de SESPAS sobre la Agencia que se ultimó en la pasada edición de la Escuela de Salud Pública de Menorca, haciendo hincapié en su carácter independiente, rigor y capacidad científico técnica para contribuir a una comunicación científica pública sobre salud que permita contrarrestar la desinformación que pone en riesgo la salud pública. La modernización de los sistemas de vigilancia puestos a prueba por la pandemia, es uno de sus retos más urgentes. Se espera que la Agencia en coordinación con las comunidades autónomas cumpla las funciones de vigilancia integral de la salud, la gestión de información relativa a alertas y emergencias sanitarias, y la coordinación de la Estrategia Estatal de Salud Pública, entre otras. Se propone, además, que la Agencia Estatal se dote de recursos y una estructura en forma de red, que disponga de mecanismos de buen gobierno, y que funcione: 1) sinérgicamente con los organismos supraestatales (Unión Europea, OMS, etc.); 2) de forma intersectorial con otras áreas e instituciones estatales; y, 3) de forma cooperativa y coordinada con comunidades autónomas y las entidades locales. Así mismo, deberá habilitar y facilitar un espacio en el que se pongan en valor y aprovechen las enormes capacidades de los profesionales de salud pública, los cuales provienen de multitud de disciplinas.
Finalmente, los autores del manuscrito -en representación del grupo de expertos que han participado en este trabajo- ponen en valor el proceso institucional de creación de la AESP que, aunque ya prevista en la Ley General de Salud Pública, se ha retomado en el marco de la pandemia, dentro de los Planes de Renovación, Transformación y Resiliencia (componente 18). El objetivo final de este proceso de creación debe ser conseguir que la Agencia Estatal se sitúe como una pieza fundamental de la Estrategia Nacional de Largo Plazo (España 2050) para una España más sostenible, saludable y competitiva convirtiéndose así en una institución imprescindible para la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud.