En la Semana Europea contra la Pobreza Energética, desde la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) recordamos la urgencia de instaurar políticas públicas integrales que aborden esta problemática y sus consecuencias en la salud de la población, especialmente en la de los más vulnerables.
La pobreza energética incluye tener gastos desproporcionados para mantener los suministros, no conseguir mantener una temperatura adecuada en el hogar y el retraso en el pago de las facturas.
La pobreza energética ha aumentado en los últimos años, especialmente tras la pandemia de covid-19. Según datos de la Actualización de indicadores de la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética (diciembre, 2022), en el año 2021 en España el 14,3% de la población española mantuvo una temperatura inadecuada para su casa en invierno; el 16,4% de los hogares españoles tuvieron un gasto energético desproporcionado a sus ingresos y el 9,3% de los hogares españoles presentó un gasto energético menor que la mediana nacional, lo que se considera un indicador de posible pobreza energética escondida.
Las causas de la pobreza energética son múltiples, pero fundamentalmente, el bajo nivel de ingresos del hogar asociado con vivir en viviendas antiguas poco eficientes energéticamente. Los hogares más vulnerables son las viviendas unifamiliares y edificios antiguos y aquellos en los que conviven personas mayores de 65 años, personas en desempleo o un adulto solo con menores a cargo.
Algunas de las posibles soluciones incluyen la elaboración de políticas públicas integrales que contemplen tanto las intervenciones financieras, las políticas de eficiencia energética para la rehabilitación de viviendas y la educación y formación ciudadana específica.
Cabe recordar que, desde 2019, España cuenta con una Estrategia Nacional contra la pobreza energética, pero las medidas implantadas hasta la fecha (por ejemplo, el bono social de gas y eléctrico, principalmente de carácter paliativo) no han conseguido resolver el problema.
Desde SESPAS recordamos que hacer frente a la pobreza energética es una prioridad y necesita la colaboración de todos los actores implicados (administración, empresas, entidades sociales y ciudadanía) y el establecimiento de redes a distintos niveles (local, regional, nacional y europeo).
Last modified: 22 de febrero de 2024