Un silencio atronador se hizo presente. Todo está paralizado. ¡Menos el grito!
Afortunadamente para el país, la inmensa mayoría de ciudadanos se levanta cada día, hace su trabajo y vive su vida de la manera más razonable posible, y se va a dormir con la conciencia tranquila. Es lo que explica que, a pesar de los gritos y exabruptos que se escuchan y leen en los medios, el país funcione.
Pero estos mismos ciudadanos, a los que deben servir los que se ocupan de la cosa pública con dedicación exclusiva, y elegidos por ellos, siguen sin disponer de la Agencia Estatal de Salud Pública (AESP), que contribuya a su seguridad y salud presente y futura.
Y eso que la OMS está a punto de iniciar la 77ª Asamblea Mundial de la Salud el próximo 27 de mayo, y donde uno de los asuntos centrales es acordar cómo nos preparamos mejor para las próximas epidemias, definiendo un nuevo marco normativo e institucional multilateral. La esperada AESP resulta imprescindible para que España pueda adaptarse a ese nuevo escenario de gobernanza global. Ni por esa. Aquí seguimos en nuestro laberinto; tan español.
Lamentamos informar que no se ha producido ningún avance significativo en la tramitación parlamentaria del proyecto de ley de la AESP.
Fernando y Daniel, Junta de SESPAS
Last modified: 1 de abril de 2024