Las previsiones sobre la evolución de la población española a raíz del informe publicado por Naciones Unidas, señalan hacia un envejecimiento que por otra parte será generalizado a nivel global en el presente siglo. SESPAS considera en primer lugar que las proyecciones demográficas son siempre un ejercicio muy arriesgado que no son necesariamente realidad. Aun así SESPAS apoya que es necesario planificar la respuesta que como sociedad se da a esta cuestión.  Lo que concierne al ámbito de la sanidad no es, desde luego, independiente, de un abordaje global del conjunto de políticas públicas y pueden indicarse algunos aspectos.

SESPAS comparte los ejes clave de la Organización Mundial de la Salud que apuesta por un compromiso social y político para el envejecimiento saludable que asegure una acción multisectorial con políticas basadas en pruebas científicas y que combata la discriminación por razones de edad. Un principio básico de la respuesta social es la apuesta por la equidad, lo que supone reducir las desigualdades sociales en todos los ámbitos. Por su parte, el Sistema Nacional de Salud debe orientarse a las necesidades de las poblaciones de personas mayores tanto con un personal capacitado como mediante el acceso al cuidado clínico de calidad. Es además imprescindible el refuerzo de los sistemas de cuidados a largo plazo basados en la equidad, la calidad del personal y la atención integral. Por último, los sistemas de monitorización deben incorporar procedimientos innovadores que permitan una mejor medición y análisis del envejecimiento, aportando el conocimiento necesario para que sea saludable. En la vertiente de la acción intersectorial es clave atender a las políticas que garantizan los recursos de los mayores y aquellas que ofrecen un entorno adecuado para mantener la salud y la actividad. Experiencias como la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Adaptadas a las Personas Mayores es un buen ejemplo.

Tal y como se señala en la noticia publicada hoy en Diario Médico con el título “España necesita duplicar sus geriatras”, SESPAS reclama una visión global que consolide estructuras de atención primaria de salud en lugar de buscar especialistas en una u otra cuestión, y revise la dotación de estos servicios en función de la composición por edad de la población para reforzar las plantillas en los territorios más envejecidos. Las estructuras de atención primaria en el Sistema Nacional de Salud han sufrido mucho, con reducciones en la dotación de personal médico y de enfermería. Hay datos preocupantes de algunos territorios, y de los que no hay datos preocupantes no sabemos si es porque no se habla de ellos. Cabe, por tanto: a) revertir esta situación; b) revisar la dotación de estos servicios en función de la composición por edad de la población para reforzar las plantillas en los territorios más envejecidos puede ser oportuno; y, buscar como encajar nuestra atención primaria pública con los dispositivos residenciales para mayores que seguirán ampliándose (sean de titularidad o de financiación publica o bien privada) es uno de los siguientes retos a atender.

SESPAS insiste en que la respuesta debe ser más amplia que la estrictamente clínica, creando dispositivos de media y larga estancia e integrando la atención sanitaria y social. El envejecimiento de la población requiere que haya disponibles prestaciones tales como prevención de lesiones en mayores, apoyo social o rehabilitación, que les mantengan activos y con buena salud. No es tanto una cuestión de grandes y sofisticadas tecnologías como de innovaciones sociales y de incorporar la idea de que el envejecimiento saludable es posible. Volviendo a la respuesta social y política global para afrontar el cambio en la pirámide poblacional que ha trazado Naciones Unidas en su informe, SESPAS destaca que son imprescindibles los cambios en la estructura productiva y el mercado de trabajo para poder financiar esas inversiones.

Last modified: 23 de junio de 2019
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