- La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) ha publicado el cuarto volumen de su serie Salud Pública y Conflictos Bélicos, titulado ‘Conflictos Bélicos y Salud Planetaria’
- La destrucción medioambiental, la contaminación del agua y del aire, y el colapso de infraestructuras sanitarias son algunas de las graves consecuencias de la guerra sobre la salud de las poblaciones y los ecosistemas
- El informe advierte sobre la relación entre conflictos armados, cambio climático y crisis sanitarias globales y analiza cómo el daño ambiental impacta directamente en el bienestar de las personas
- SESPAS insta a los organismos internacionales y gobiernos a reforzar la cooperación en la mitigación de los efectos de la guerra en la salud pública y el medioambiente
- El objetivo de esta serie de volúmenes de SESPAS es hacer ver que, durante las guerras, las muertes no solo se producen de forma directa por las armas, sino que también son consecuencia del daño a los sistemas de salud, el acceso limitado a los servicios médicos y el resurgimiento de enfermedades infecciosas
Los conflictos bélicos no solo destruyen vidas humanas de manera directa a través de las armas, sino que tienen un impacto devastador a largo plazo en la salud pública y el medioambiente. Esta es la principal conclusión del nuevo volumen de la serie Salud Pública y Conflictos Bélicos, publicado por la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) bajo el título ‘Conflictos Bélicos y Salud Planetaria’.
El informe parte del enfoque de salud planetaria, un concepto que estudia la interconexión entre la salud humana, los ecosistemas y los sistemas sociales. Dentro de este marco, se adopta la perspectiva ‘One Health’, que reconoce la interdependencia entre la salud de las personas, los animales y el medioambiente. Desde esta visión, el informe analiza cómo el daño ambiental derivado de los conflictos bélicos —contaminación del agua y el aire, pérdida de biodiversidad y alteración climática— repercute en el bienestar de las poblaciones, aumentando el riesgo de enfermedades, crisis humanitarias y desigualdades en salud.
Guerra y crisis ambiental
Los conflictos armados no solo afectan a las poblaciones en las zonas de combate, sino que sus consecuencias se extienden a nivel global. La contaminación del aire por explosivos y armas químicas, la desertificación provocada por bombardeos o la contaminación de acuíferos con residuos tóxicos tienen efectos que se mantienen durante décadas.
El documento de SESPAS también alerta sobre la vulnerabilidad de las comunidades desplazadas por la guerra, que se ven forzadas a vivir en condiciones de insalubridad y sin acceso a atención médica, facilitando la propagación de enfermedades. Además, la destrucción de infraestructuras sanitarias impide el tratamiento de enfermedades crónicas, desatendiendo a poblaciones ya de por sí en riesgo.
Asimismo, los conflictos bélicos agravan la crisis climática al intensificar la destrucción de ecosistemas, aumentar las emisiones de gases contaminantes y acelerar la escasez de recursos esenciales como el agua y los alimentos.
Una visión de salud planetaria para afrontar el problema
Es necesario incorporar la salud planetaria en las estrategias de prevención y mitigación de conflictos, con un enfoque que abarque tanto la protección de las poblaciones como la preservación de los ecosistemas.
Por ello, SESPAS reclama una respuesta inmediata y coordinada de la comunidad internacional para mitigar las consecuencias de los conflictos armados sobre la salud pública y el medioambiente. Entre sus principales propuestas, destacan el fortalecimiento de los sistemas sanitarios en zonas de conflicto para garantizar el acceso a atención médica, incluyendo la salud mental. De la misma forma, se debe garantizar la asistencia humana sin restricciones, con especial atención a los refugiados y poblaciones desplazadas.
Además, es imprescindible proteger las infraestructuras clave, como hospitales y plantas de abastecimiento de agua, de ataques deliberados, así como regular el uso de armas con alto impacto ecológico, como las químicas o nucleares, para reducir el daño ambiental y sanitario.
Finalmente, es esencial integrar la salud planetaria en las políticas de reconstrucción postconflicto, promoviendo el desarrollo sostenible y la resiliencia ambiental.
Este nuevo volumen se suma a la serie Salud Pública y Conflictos Bélicos, en la que SESPAS ya ha abordado temas como la escasez de agua, el impacto de la guerra en las personas con enfermedades crónicas y la vulnerabilidad de ciertos colectivos en zonas de conflicto. A lo largo del 2025 esta serie de documentos se completará con otras necesidades de salud pública afectadas por la guerra.
Last modified: 4 de marzo de 2025