Como es sabido, el pasado sábado 14 de marzo el Gobierno de España aprobó en Consejo de Ministros la declaración de estado de alarma en todo el territorio nacional por un periodo de 15 días prorrogable ante la pandemia ocasionada por el SARS-CoV2 y sus consecuencias sobre el sistema sanitario, mediante el Real Decreto 463/2020. Esto plantea un cambio radical. En las primeras fases de la epidemia, los esfuerzos iban dirigidos a atender a los afectados, a ser posible a domicilio y en evitar la transmisión aislando a los enfermos y confinando a sus contactos, siguiendo criterios de salud pública bien establecidos. A pesar de ello, la tasa de transmisión de la infección se ha mantenido en cifras que facilitan su expansión, con algunos episodios concretos que la han favorecido en diversas Comunidades Autónomas.
La semana pasada se fueron adoptando medidas temporales de carácter extraordinario por diversos gobiernos autonómicos para limitar la transmisión, que comportan un grado importante de afectación de la vida ciudadana y de la actividad económica, con confinamiento de zonas concretas y limitación de actividades educativas y de eventos de carácter masivo. Estas se intensifican y generalizan ahora con la declaración del estado de alarma, buscando garantizar la protección de la salud de los ciudadanos, la contención de la enfermedad y el refuerzo del sistema de salud pública. Comportan una afectación muy importante de la actividad económica y de la vida social, intentando bajar la transmisión de la infección a menos de un infectado por cada caso para intentar eliminarla. Son medidas que siguen los esfuerzos exitosos desarrollados en China, Hong Kong o Singapur, pero de un modo más adecuado a nuestro contexto, iniciado en Italia unos días antes. La colaboración de la ciudadanía, basada en una información transparente y en la confianza en las autoridades sanitarias, es la clave de su éxito. Esperamos que sus efectos en la transmisión sean francamente visibles en un par de semanas.
Son medidas absolutamente excepcionales, y SESPAS valora su pertinencia y oportunidad dadas las implicaciones que tienen para el desarrollo de la epidemia. Este cambio supone pasar de las medidas de contención implantadas hasta la fecha, centradas en la prueba diagnóstica del virus y la atención y seguimiento a los pacientes con prueba positiva, a medidas de mitigación más homogéneas y coordinadas en todo el territorio. Entre ellas destacan las dirigidas al distanciamiento social, dada la epidemiología de transmisión que se conoce sobre la enfermedad. En esta nueva etapa se pone el foco en el contagio comunitario para evitar las peores consecuencias en salud, sociales y económicas de la epidemia.
SESPAS aprovecha también para recordar la importancia de la labor de los profesionales sanitarios que en esta situación excepcional atienden a los pacientes con enfermedad y también la de los profesionales de las estructuras de salud pública de todas las administraciones que mantienen el sistema de vigilancia. Éstos han estado trabajando todo este tiempo para poder conocer la magnitud de la pandemia en nuestro país, y garantizar el aislamiento de los casos y sus contactos para limitar la expansión de la epidemia. Todos ellos necesitan apoyo en su labor.
SESPAS Estadodealarma COVID19
[…] Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, en un momento muy difícil y clave para todo el sistema sanitario y para la ciudadanía, no queremos dejar pasar esta oportunidad sin hacer llegar nuestro ánimo y nuestro reconocimiento […]
[…] Después de que SESPAS valorase la semana pasada la declaración del estado de alarma, se han dado a conocer en los entornos científicos datos y modelos explicativos y de predicción que señalan la necesidad de seguir trabajando para disminuir la tasa de reproducción del SARS-CoV-2. Ante un problema nuevo como este, la incertidumbre respecto a las respuestas a adoptar es grande, lo que se refleja en la literatura científica y también en la diversidad de las decisiones adoptadas por los gobiernos de diversos países de nuestro entorno, que se revisan a medida que cambia el contexto. Las autoridades sanitarias, asesoradas por científicos y por expertos, deben elegir entre diversas opciones con información parcial, intentando conciliar opciones contradictorias, sin tener seguridad absoluta sobre sus efectos. […]
[…] Desde que se adoptó el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de al…, se han dictado numerosas normas reglamentarias de desarrollo para dar respuesta jurídica a los distintos escenarios afectados por la pandemia. Dado que muchas de estas normas afectan directamente a la gestión sanitaria de los servicios de salud, al personal estatutario y a los deberes de información del servicio público sanitario, desde SESPAS hemos considerado conveniente dar publicidad al código electrónico «Crisis sanitaria COVID-19» elaborado por el Boletín Oficial del Estado (BOE), donde se compilan y actualizan diariamente todas estas normas. […]
[…] de la epidemia COVID-19 en España muestran tendencias concordantes. Una quincena después del inicio de las medidas de confinamiento masivo con la declaración del estado de alarma, son evidentes sus efectos positivos en la dinámica de infección. Esto se ha logrado con un coste […]
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[…] La llegada silenciosa de la pandemia producida por la COVID-19 se ha encontrado con una Atención Primaria de Salud mermada y debilitada, con personal insuficiente, medios diagnósticos e instrumentos para la protección individual de nuestros profesionales. En la mayoría de las Comunidades Autónomas, se ha producido un mismo fenómeno: la ausencia de la Atención Primaria en la organización y gestión de la epidemia, cuando ésta debería ser parte fundamental y necesaria para su control. Ha pasado de ser la “puerta de entrada” a la “puerta ignorada” del sistema. En otros casos, los menos, se ha decidido el cierre y desmantelamiento de la Atención Primaria anulando la capacidad de participar de manera coordinada con el último escalón de la atención. El olvido en el presupuesto se ha convertido en un olvido completo de la base asistencial. A pesar de lo anterior, la realidad constata que entre el 80 y el 90% de los casos confirmados o de sospecha de COVID-19 se están haciendo desde la Atención Primaria de Salud, con un importante esfuerzo autoorganizativo, y de contención de la epidemia para no colapsar los hospitales, que ha sido poco o nada reconocido. […]