Desde la irrupción del escándalo Volkswagen en octubre de 2015 la Campaña Malos Humos ha insistido en el mensaje de que el fraude en la medición de emisiones no es sólo una estafa al consumidor, sino al conjunto de la ciudadanía pues es la calidad de nuestro aire la que está en juego. Evitar casos como el Dieselgate supone una reducción de las emisiones de dióxido de nitrógeno en nuestras áreas metropolitanas, cuyos niveles de contaminación se sitúan en muchas de ellas por encima de los máximos legales admisibles.
Estamos en un momento decisivo ya que actualmente el Gobierno español, junto con el resto de Estados miembros, está negociando la “Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la homologación y la vigilancia del mercado de los vehículos de motor y sus remolques y de los sistemas, los componentes y las unidades técnicas independientes destinados a dichos vehículos”. La Type Approval Framework Regulation (TAFR, por sus siglas en inglés) es la mayor reforma tras el Dieselgate y constituye una oportunidad única para reformar el actual y fallido sistema de homologación de vehículos.
A finales del próximo mes de mayo se va a acordar en el Consejo de la Unión Europea la reforma del actual sistema de homologación de vehículos que ha permitido el fraude del diésel y los abusos de la industria del motor. Por este motivo, las organizaciones que formamos parte de la Campaña Malos Humos exigimos responsabilidad al Gobierno español y que adopte una posición ambiciosa, que suponga una mayor transparencia e independencia sobre el proceso de homologación, actualmente muy controlado por los propios fabricantes de vehículos.
Accede al comunicado completo suscrito por SESPAS, SESA y el resto de las organizaciones participantes en la Campaña Malos Humos.
Last modified: 8 de marzo de 2017