La situación generada a nivel mundial por la pandemia de la COVID-19 está mostrando el potencial de la tecnología digital para gestionar algunos de los mayores desafíos en salud pública. En tiempos de crisis, las soluciones digitales pueden desempeñar un papel vital para aquellos epidemiólogos y profesionales de la salud pública involucrados en el desarrollo e implementación de sistemas de vigilancia de enfermedades infecciosas y riesgos ambientales, así como en la evaluación de las intervenciones más apropiadas para tratar brotes de enfermedades y pandemias. Ante esta transformación digital de la salud y de la atención sanitaria es necesario garantizar el acceso y la asequibilidad, la inclusión, la diversidad y la transparencia, asegurando que los efectos intencionados y no intencionales en torno a estos nuevos desarrollos tecnológicos también sean abordarse de manera crítica. La protección de datos, la privacidad y los derechos fundamentales no deben quedar al margen frente a problemas urgentes como prevenir la propagación de un virus.

La emergencia sanitaria de la COVID-19 parece haber abierto una puerta para que las tecnologías digitales se utilicen más ampliamente en salud pública, como sucede con el súbito aumento de los servicios de telemedicina en toda Europa. Muchos gobiernos, empresas y movimientos de ciudadanos han desarrollado soluciones digitales e iniciativas de salud móvil (mHealth) para mantener informada a la población y ayudar a gestionar la situación de crisis. Desde drones reutilizados para proporcionar mensajes de salud pública hasta autoverificadores de síntomas y aplicaciones de rastreo más intrusivas, una gama de soluciones que buscan ayudar a enfrentar de forma más efectiva los desafíos planteados por la pandemia. Las aplicaciones móviles en particular tienen el potencial de mejorar la vigilancia de la salud pública al reforzar las estrategias de rastreo de contactos para contener y revertir la propagación de pandemias. Además de las aplicaciones para teléfonos inteligentes, las funciones como la geolocalización (a través de GPS) y las entradas en las redes sociales pueden permitir, bajo ciertas condiciones, una mejor vigilancia y seguimiento de situaciones en tiempo real y permitir respuestas más rápidas en la ubicación correcta, incluida la notificación de riesgo a nivel individual.

En estos tiempos de la COVID-19, comunicar el propósito, los objetivos y la dirección de la digitalización en salud pública es cada vez más importante a medida que las soluciones basadas en datos se vuelven más comunes y presentan nuevos desafíos éticos. La Inteligencia Artificial (IA) ocupa un papel central gracias a la aplicación de Machine Learning. Sin embargo, esta transformación no debería cambiar los objetivos y valores ampliamente aceptados en salud pública. Se necesita un debate continuo sobre cuestiones éticas emergentes, junto con la revisión periódica de la evidencia disponible, directrices y políticas relevantes. La salud digital debe contribuir a los sistemas de salud basados ​​en valores. Debe estar bien planificado, coordinado y gobernado a nivel nacional y europeo. Sin embargo, el amplio espectro de actividades cubiertas por la salud pública agrega una capa de complejidad al concebir un marco para la “digitalización de la salud pública”. Necesitamos ser honestos y realistas acerca de los pros y los contras de la innovación digital y abordar las limitaciones que enfrentan los sistemas de salud pública de una manera más estratégica. Debe llevarse a cabo un diálogo público incluyente que involucre a la sociedad civil para garantizar que los sistemas de salud europeos puedan evolucionar de manera equitativa.

Para aprovechar al máximo la innovación digital en salud pública, las dos asociaciones europeas de Salud Pública más relevantes (EPHA y EUPHA) se reafirman a través de esta declaración conjunta en su objetivo de crear un entorno adecuado para la introducción de tecnologías digitales emergentes, informando mejor a los responsables políticos sobre las necesidades sociales reales y capacitando a profesionales de la salud pública, pacientes y otros usuarios finales para que puedan participar de manera efectiva con herramientas digitales en la práctica, políticas e investigación. Una cosa es segura: el uso de herramientas digitales para apoyar una respuesta efectiva de salud pública es relevante durante el brote actual de la COVID-19 y en el futuro lo será aún más.

EUPHA and EPHA - joint statement Digitalisation and COVID-19
Last modified: 14 de mayo de 2020
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