Desde 1987, la Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve la celebración del Día Mundial sin Tabaco cada 31 de mayo. A través de esta efeméride, la OMS quiere informar a la población sobre los riesgos derivados del uso de tabaco, así como de las acciones que se vienen desarrollando a nivel mundial para hacer frente al tabaquismo y proteger el derecho a la salud de todos los seres humanos. Este año, el Día Mundial sin Tabaco quiere animar a las personas fumadoras a abandonar el tabaco en respuesta al eslogan “Comprométete a dejarlo”. Ayudar a quienes fuman a dejar de fumar es una de las prioridades incluidas en la estrategia MPOWER propuesta por la OMS para la prevención y el control del tabaquismo en todo el mundo, donde cada año mueren prematuramente 8 millones de personas por culpa del tabaco.
De acuerdo con los resultados de la última Encuesta Europea de Salud, en España todavía fuma el 22.1% de la población de 15 años en adelante (25.9% de los hombres y 18.5% de las mujeres) y, aunque muchas personas han dejado ya de fumar (22.0% de los residentes de 15 años en adelante, 27.6% de los hombres y 16.7% de las mujeres), el impacto del tabaquismo y de la exposición al humo ambiental de tabaco continúan siendo extraordinariamente elevados. Un estudio reciente estima que en España se registraron en 2016 un total de 56.124 fallecimientos atribuibles al uso de tabaco.
Desde SESPAS, al igual que desde el conjunto de las entidades integrantes del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo apoyamos activamente la necesidad de seguir fortaleciendo políticas de prevención y control del tabaquismo en España, como las mejoras en la fiscalidad de los productos del tabaco y relacionados, el empaquetado neutro de los productos del tabaco, el desarrollo de normas que permitan ampliar los espacios libres de humo y aerosoles de cigarrillos electrónicos, y el fortalecimiento de los programas de ayuda al abandono del tabaco entre otras prioridades.
Dejar de fumar es uno de los cambios de comportamiento con un mayor beneficio para la salud y el bienestar de las personas fumadoras. Quienes dejan de fumar experimentan una progresiva reducción de los riesgos sobre la salud derivados del uso de tabaco, entre los que se incluye también el de padecer formas más graves de COVID-19 en caso de contraer esa enfermedad.
Así pues, animamos a todas las personas que todavía fuman a tomar la decisión de abandonar el tabaco, y a contar para ello con el apoyo de las profesiones y los servicios sanitarios y de salud pública.
Last modified: 31 de mayo de 2021